En el centro de formación de Industrial Martí de Relojería SL; hace tiempo que nos dedicamos a habilitar relojeros para que puedan acceder a las pruebas de nivel, que les permita trabajar en  algunas marcas que así lo requieren.

Actualmente un profesional relojero debería poder realizar un mantenimiento completo de un cronógrafo del tipo VAL 7750, en unas tres horas; este es el tiempo estipulado conforme a los estándares de los servicios pos-venta.

Si nos referimos a los relojeros que se inician en este apartado; se puede admitir una demora (cada jefe de taller la valora) de aprendizaje y adecuación a la marca.

El tiempo de aprendizaje suele ser de entre 3 a 6 meses según las referencias de cada relojero.

A continuación, mostraremos unas cuantas fotografías de la última habilitación realizada en nuestro centro de formación.

Esta se centró por petición expresa del cursillista, en el reloj cronógrafo anteriormente mencionado.

En las fotografías que mostramos a continuación; se puede ver al cursillista delante de su ayuda didáctica, con la mesita del profesor a su lado para orientar en todo momento los pasos a seguir en sus primeras intervenciones: con el tiempo se retiran estas ayudas didácticas, y solo se ayuda con las guiás técnicas que proporciona el fabricante.

Fotografías de los primeros días de curso.

En las fotografía que mostramos, puede verse al cursillista delante de las ayudas didácticas (en este caso mediante un programa del fabricante del reloj) que se ejecutan desde la mesita del profesor.

Cada cursillista se toma su tiempo para los primeros desmontajes y montajes; y no todos tardan lo mismo en hacer las operaciones encomendadas. Estas sesiones de inicio duran poco, puesto que este curso es para relojeros ya experimentados y los ajustes del cronógrafo y de las excéntricas, toman su tiempo.

Si antes de asistir al curso se conoce un poco el funcionamiento del reloj, es mejor para no empezar de cero.

La parte teórica del curso ocupa un tiempo, pero si vamos bien en este aspecto, las prácticas empiezan antes.

Podemos decir con toda seguridad, que al final del curso la base para la continuación de las prácticas está asumida y que solo resta ejercitarse de forma continuada para no perder lo aprendido y poder así acceder a las pruebas deseadas.

Finalmente solo nos queda mencionar; que para cada habilitación hay un diploma que hace las veces de certificado de asistencia y formación.