La flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de formación siempre han sido objetivos prioritarios a la hora de programar los diferentes cursos que impartimos en las instalaciones de Industrial Martí de Relojería SL.

La atención personalizada es fundamental para conseguir los objetivos fijados al inicio del curso y, así, dar rentabilidad de forma inmediata al coste económico y temporal empleado en la formación.

No podemos ser rígidos en este aspecto puesto que en cada curso juntamos niveles diferentes y todos los asistentes, deben salir al final con los objetivos generales del curso asimilados según el curso escogido.

Desde el nivel más simple (1) al más complicado (9), la atención del profesorado es personalizada y, para ello, las instalaciones están preparadas para poder cubrir estas necesidades didácticas.

Para la formación de los niveles altos, disponemos de una mesa de trabajo separada del resto para poder crear un ambiente de trabajo que proporciona una mejor concentración para realizar los ejercicios prácticos que dan acceso a recibir los diplomas D7,D8 o D9.

Si por ejemplo nos referimos al nivel formativo D7, la finalidad consiste en mejorar todos los aspectos del relojero reparador y prepararlo, si así lo desea, para poder acceder a las pruebas de competencia que algunos grupos relojeros exigen para formar parte de su servicio técnico.

Mesa de trabajo con una alumna de nivel alto preparando una espiral para reloj de 18000Ah

Para poder culminar con éxito esta formación, será necesario acreditar, en el momento de la prueba, que se ha asimilado el método de trabajo. La reparación de los desperfectos que tenga el reloj verificarán el buen hacer del relojero y también forma parte del procedimiento que se debe aprender llevar a cabo.

Si, por una parte, los alumnos ponen de su parte motivación, esfuerzo y perseverancia y, por otra parte, los profesores son capaces de transmitir, con paciencia, el método y los procedimientos adecuados para asumir los contenidos, el éxito está asegurado.

En definitiva, la personalización de los contenidos en función del nivel del alumno y el trabajo conjunto en el aula-taller, dan siempre como resultado una formación adecuada a las necesidades del relojero reparador.